Primero se lavan bien las almejas para quitar la arena que puedan tener. Para ello, las colocamos en una bandeja con rejilla y las ponemos en agua al 3% de sal y las dejamos reposar una hora. Después de este tiempo, retiramos el agua y las dejamos reposar media hora más. En una olla se pone un poco de aceite y echamos las almejas con un chorro de vino blanco para dejar que se hagan al vapor. Reservamos. En la misma olla sofreímos el bacon junto con verduras como cebolla, zanahorias, champiñones y patatas. Vertemos los 200 gramos de leche, añadimos harina de arroz komeko disuelta en agua y, a continuación, las almejas ya sin concha. Por último, sazonamos con sal y pimienta al gusto. Se sirve y a disfrutar.
La harina de arroz komeko es muy apreciada en Japón no solo por sus magnificas cualidades nutricionales sino porque organolépticamente difiere bastante de las harinas de otros cereales. Su textura y su sabor son únicos y, en el caso de esta receta, liga el caldo de esta crema de una forma muy peculiar, diferente a lo que los ciudadanos occidentales estamos acostumbrados. Siendo además un tipo de harina de arroz sin gluten, es perfecta para que las personas celíacas prueben e innoven en la cocina, dandole una vuelta a la típica receta mediterránea de la sopa de almejas.