Este endulzante sin gluten puede encontrarse de forma natural en la fruta o la miel, y su poder congelante lo hace idóneo para helados caseros o postres que requieran frío, así como mermeladas artesanas o bizcochos. Es un producto apto para dietas celíacas, y su capacidad endulzante resulta algo menor que el azúcar, lo que lo hace perfecto para recetas que queramos endulzar pero disminuyendo un poco ese dulzor de forma sana y controlada.
Paquete de 400g